Aquí estamos de nuevo, ¡ya en el 2011! Otro año más han llegado los Reyes Magos de Oriente a Santiago. Llovía a mares, por lo que no se pudo hacer en la calle y tuvimos que refugiarnos en la cochera de Aurita. Se echó de menos la hoguera que siempre hacía mi hermano Zafiro, pero no importó; el sabroso vino caliente, acompañado de diversos dulces, hizo que todos, pequeños y mayores, nos divirtiéramos un montón. Agradecerle a los organizadores, un año más, la estupenda colaboración.