Un año más nuestros queridos Reyes Magos de Oriente, han llegado a Santiago. Hacía un frío tremendo, pero gracias a la fabulosa hoguera que hizo mi hermano Zafiro, unida a un estupendo vino calentito, la espera se hizo más soportable; así que, prácticamente todo el pueblo estábamos esperándoles; este año sí que he podido estar, aunque otros no pudieron ir, nos encargamos de recogerles sus regalos. Por cierto, la organización de la cabalgata estupenda incluidos los fuegos artificiales.